top of page

The barracks 1. Fotografia Digital. Olympus M5 Mark ii.

Foto adicional. Nikon FM2 película Kodak TriX 400

        Las paredes sin ventanas estaban hechas de tablas y los tragaluces instalados en la estructura del techo su única fuente de luz.

Datos de interés

  • Después de que los alemanes destruyeron el ghetto de Varsovia en la primavera de 1943, los funcionarios de las SS y la policía deportaron a Majdanek entre 18.000 y 22.000 sobrevivientes de la sublevación, incluidos mujeres y niños, para que realizaran trabajos forzados, junto con el equipo de algunos de los talleres del ghetto de Varsovia. 

Narración histórica 8/33.

Prácticamente durante todo el tiempo de su existencia, Majdanek se encontraba en un estado de constante construcción que tuvo un efecto extremadamente negativo en las condiciones de vida y la situación general de los prisioneros. Hubo una constante falta de agua en el campo y durante un largo período de tiempo los reclusos ni siquiera tenían instalaciones sanitarias básicas. La evidencia de esto se da en un fragmento de un memorándum alemán que se escribió después de una inspección de las condiciones sanitarias el 10 de marzo de 1943, es decir, varios meses después de que el campo comenzara a funcionar: "hasta ahora no existen instalaciones de lavado". Se supone que los prisioneros se lavan en cuencos o en cubos llenos de agua de un pozo ". El campo permaneció en este estado; un informe cinco meses después declara: "la extensión de las partes sanitarias está en construcción según lo planeado, pero avanza muy lentamente debido a la falta de material de construcción. Se completa en el campo 1 y 2. La principal dificultad en términos de higiene en Majdanek en este momento es el suministro de agua inadecuado ". La imagen es completada por un prisionero polaco, Jozef Szczygiel: "las condiciones en las que vivíamos eran impactantes. Durante semanas, ninguno de nosotros pudo cambiarse de ropa, lavarse o comer lo suficiente. Un constante olor cargado proveniente de cuerpos humanos o heces humeantes llenaban los barracones. El hedor nauseabundo, que apestaba a amoníaco, salía de dos armarios que estaban en el barracón". 

    

   

bottom of page